Una vez fuera y seleccionado el especio de trabajo, acotado en su dimensión para que sea práctico y el difusor siempre este visible a todos, se elige el lugar del ágora. Ese espacio común de debate tan importante para nosotros y donde empiezan y suelen acabar todas nuestras sesiones.
En ese momento se forma un círculo alrededor del difusor, con cada alumno junto a su grupo y separado ligeramente de los otros. En postura relajada, aunque respetuosa con quien habla, y el portavoz o aquel que tenga el turno de palabra siempre en pie[2]. La primera vez que lo realicen, y recordado periódicamente, la importancia del turno de palabra donde solo una persona puede hablar al mismo tiempo (aspectos pasivos) y prestar toda nuestra atención en quien habla para poder responder adecuadamente (estos aspectos activos, pueden pasar por mirar a la persona que habla, tomar nota de lo que dice…).
En la dinámica modelo que presentamos, aunque el difusor considere que el tema ha sido tratado adecuadamente, tras los aspectos técnicos de PAEC, podría ser muy conveniente un repaso a las líneas principales de trabajo y siempre antes de cualquier comienzo del movimiento centralizar los temas de trabajo.
Estos podrían ser tanto conceptuales, principales eventos de Rosa Parks, la evolución de los derechos civiles y de las minorías en Estados Unidos y/o en su país, así como temas más interpretativos donde han de relacionar y analizar la información recibida. ¿Fue decisiva la acción de no levantarse de su asiento? ¿Qué aspectos crees que fueron más difíciles? O, incluso, ¿Qué acciones podemos realizar cada uno de nosotros para mejorar nuestro mundo y el de la gente que vive en él?
La selección siempre será la que consideré mejor el difusor según las características, capacidades y circunstancias de su alumnado.
Tras estas indicaciones los grupos, o células, se pondrán en movimiento continuo, este se les recuerda que no es un deporte sino un paso cómodo y tranquilo que les ayude física y mentalmente para estimular el dialogo. Dentro de la zona acotada tendrán libertad de movimiento, buscando aquellas zonas que les sean más agradables. Pero siempre con su grupo y separados del resto.
Los materiales que lleven, en ningún caso pesados o molestos, se adaptaran a las características del centro y los permisos necesarios, es decir, permisos de materiales digitales (tablets, móviles…) o no. Pudiendo llevar algún libro o libreta para el trabajo (en este caso el medio digital es muy útil para tomar notas los secretarios y para compartirlas[3]). Hemos de recordar siempre que queremos gente en movimiento hablando no leyendo o realizando otras actividades. Por lo tanto, se limitará el uso de esos medios a uno o dos por grupo para que sea cómodo para todos y se centre en su uso solo en lo que tenemos previsto.
Si es la primera salida estaría bien que el difusor dejara unos minutos para que se acostumbren a esta nueva situación (dos o tres puede ser suficiente). Tras eso se acercará a uno de los grupos, de forma relajada. Estos acercamientos a los grupos tienen diversas finalidades: verse atendidos, tratar de mostrar sus mejores capacidades cuando pase el difusor para mostrarlo, así como tomar nota de los resultados individuales y motivar y estimular los temas, en alguno momento, así como acortarlo a los temas principales otras veces.
El difusor si lo desea puede ir con una pequeña libreta donde tomar nota de los aspectos más destacados e igualmente puntuar aquello que considere. A medida que el difusor se siente más seguro puede pasarse por ellos y escucharlos sin decirles nada, avisándoles previamente de esta actitud. La presencia del difusor y de este cuaderno hacen que el alumnado se motive y trate de “mostrar sus conocimientos” para ser puntuado. En estos objetivos se buscará que todos lleguen al mínimo propuesto, pero sin limitar su evolución, aumentando inmediatamente esos contenidos que estén verdaderamente asimilados por todos.
El difusor atenderá, en la medida de sus posibilidades a todos lo grupos solucionando sus dudas, haciendo que todos los miembros del grupo interactúen y no se reduzca a conversaciones particulares. Involucrando a todos y evitando la creación de subgrupos, personas aisladas dentro de la célula o que se mezclen los grupos.
Posiblemente los primeros minutos sean para motivar la conversación, al menos así nos muestra la experiencia, para rápidamente cambiar a tener que redirigir los temas porque la conversación fluye por múltiples temas.
Cuando las dudas se consideren importantes para todos los grupos y cuando se considere oportuno el difusor hará una señal (generalmente levantar el brazo) para llamarlos a una reunión en el ágora para solucionarlas para todos, así como matizar o desarrollar cualquier aspecto que considere oportuno antes de volver a ponerse en movimiento.
Llegados aquí es bueno hablar de los miedos tanto del alumnado como sobre todo del difusor. Para los alumnos este temor ante lo nuevo será mucho mas breve y no ira más allá de unos minutos mostrándose muy relajados en esta nueva situación y siendo en el futuro un premio para ellos con el que puede jugar el difusor para premiarlos.
Por el contrario, sabemos por los años y los comentarios de los compañeros, el nuestro será mayor. ¿Me estarán todos mirando? ¿Qué pensarán? ¿Por qué tuve que hacer caso de ese manual con lo tranquilo que estaba?
Pero si realmente queremos cambiar la educación porque queremos lo mejor para nuestro alumnado sabremos que el paso ha merecido la pena darlo.
En cuanto veamos que nuestros alumnos y alumnas se muestran relajados, pierden sus temores y trabajan de una forma más distendida de lo que podíamos pensar nuestros miedos comenzarán igualmente a disiparse. El proceso en ellos será mucho más rápido de lo que podemos imaginar, y si bien aún no conocen completamente la dinámica ni sus posibilidades, se percibe que se adaptan con naturalidad a ella fomentando su dialogo y centrándose en sus temas
Posiblemente, por nuestra experiencia, podemos decir que este proceso en el alumnado llevará solo unos minutos. Teniendo la sensación por su naturalidad de llevar realizándolo toda la vida. Lo que de otro modo es bien cierto, porque siempre han tenido el placer de reunirse con sus amigos, hablar y pasear con ellos con todas las ventajas que ello conlleva: contacto con espacios abiertos, facilidad del diálogo con el movimiento, interacción e intercambio de ideas e información con nuestros pares… así hasta un largo etcétera.
Sin embargo, en nuestra mente aparecerán aún algunos de esos miedos: ¿podré controlarlos? ¿funcionará? ¿No estarán hablando de otros temas? Quizás las preguntas que nos ronden por la cabeza, tal como me han contado otros difusores de sus sensaciones iniciales, tarde alguna sesión en desaparecer, si bien sentiremos una extraña e incomprensible sensación de agradabilidad, puede ser porque ya desde el principio lo veamos como un medio más natural “hablar mientras nos movemos”, pero sobre todo al ir viendo que tanto ellos (alumnos y alumnas) como nosotros (los docentes y difusores) disfrutamos con la experiencia. Atreviéndonos cada vez a realizar más dinámicas e innovaciones que esperamos que nos cuentes para que todos podamos disfrutarlas.
Es posible que de las dudas iniciales la que nos machaque más insistentemente es ¿Y no hablarán de otras cosas? Pues la respuesta es… sí. Claro que sí. Acaso pensamos que en clase hablan de otras cosas cada vez que no los escuchamos. Acaso pensamos por muy interesante que sea el tema, y Rosa Parks y la justa lucha contra la segregación racial lo es, vamos a conseguir crear y mantener una amistad. ¿O la Crisis del 29? ¿O la Geografía Física de Asia? ¿O el teorema de Pitágoras?
Recordemos, y no olvidemos nunca, qué buscamos y de qué herramientas contamos. deseamos que aprendan, queremos que hagan su trabajo y además que disfruten, que creen grupos permanentes, solidarios y de ayuda académica y social. Eso es nuestro objetivo y la creación de esos grupos, en los cuales TODOS alcanzarán los objetivos propuestos y que el proceso sea agradable para ellos. Claro que hablarán de Rosa Parks y también de la película que vieron en el cine y de los que anhelan hacer el fin de semana. Difícilmente de otro modo podrían conocerse y crear una relación entre ellos que llegue a ser de amistad, sin olvidar nunca el carácter pedagógico y de formación conceptual y procesual de su enseñanza.
La educación es aprendizaje, transformación académica, personal y social, pero no un castigo.
Si he logrado que leas hasta aquí y emocionarte, aunque sea al menos un poco, me gustaría evaluar contigo una pregunta que te harás como en el pasado hicieron otros compañeros que me siguieron ¿Por qué funciona? Pues… acércate y déjame que te lo cuente como un susurro, como un secreto que se cuenta en confidencia… ven, mi respuesta es… no sé porque funciona. Esa es la verdad, mi experiencia y la de mis compañeros, las encuestas, datos y entrevistas me han demostrado todo eso que ya os he dicho: mejora del rendimiento, del comportamiento, ayuda solidaria de los componentes dentro y fuera del aula, sensación placentera de alumnado y docentes…
Permite igualmente que te cuente aquello que intuimos y que han demostrado los estudios, tanto propios como ajenos, de porque pensamos que funciona:
- El movimiento. Santo y seña de PAEC en su forma física rompe la monotonía, activa conexiones neuronales y facilita la conversación. De repente desaparece la pasividad y nos convertimos en agentes de nuestra propia enseñanza. En cuanto al movimiento alegórico es una continuación del mismo, mostrándonos que somos capaces de cambiar nuestro entorno.
- El uso libre de los espacios. Uno de los mayores elementos de libertad en nuestro alumnado. Son ellos los artífices del cambio, seleccionando uno u otro espacio. Aprendiendo con ello a debatir, llegar a acuerdos y a respetar las opiniones de las minorías “hoy salimos al patio y mañana nos quedamos en el aula trabajando”. La comodidad del lugar es un elemento muy importante para aumentar el bienestar de los estudiantes.
- Por último, la ya muy estudiada y demostrada, educación inter pares, donde los alumnos con mayor ritmo de aprendizaje se convierten en docentes, aumentando su motivación, y los alumnos con más dificultad pueden disfrutar de cuatro o cinco “profesores particulares” reforzando mutuamente sus conocimientos unos y otros. Además de ser mucho más motivador los diferentes tonos de voz, inputs y la información recién aprendida por sus compañeros que la voz de su docente que por mucho que la importe siempre será una y con unos conocimientos que tras largo tiempo de enseñanza tiene “muy sabidos”.
Breus contes dels temps abans de la ciència: Xicotets relats per xiquets curiosos i adults intel·ligents - Juan Carlos Reyes
En este llibre que tens a les teues mans coneixeràs històries que els científics diuen que no poden pasar. Com llops que són bons i savis. O la d’un lleó que en comptes de menjar-se a una gasela s’enamora d’ella. O un ocell que vol volar tan, tan alt com per a poder arribar a la lluna. O un hipopòtam molt pesat, però que vol ser un gran ballarí. O un núvol que no volia desprendre’s de les seues gotes d’aigua… o moltes altres històries que eren possibles en els temps abans de la ciència.
Contes per a xiquets i per a grans. Perquè te’ls lligen i també per a llegir tot sol… o amb gent que et vol.
Històries de hui contades com abans o, tal vegada, històries d’abans contades com hui.