La leyenda negra señala reiteradamente que la actividad llevada por España en Américafue por avidez de oro.
La realidad se obstina en demostrar que, efectivamente, la leyenda es eso, leyenda.
Ciertamente, la avidez de oro existió. En el siglo XVI, la escasez de oro y de plata representó un auténtico problema que acuciaba a todos los estados… También a los
reinos hispánicos, pero había otras cuestiones que preocupaban tanto y más que los metales preciosos. El comercio con Oriente se había cortado drásticamente con la caída
de Constantinopla, lo que provocó una carrera por alcanzar las Indias por otros medios.
Así, Portugal se volcó a la faena costeando África… y finalmente, acabada la toma de Granada, serían los Reyes Católicos quienes abordasen la descabellada idea de llegar a
las Indias navegando hacia Occidente.
Y sí, ese fue el paso que se hizo necesario para llegar al conocimiento del colorante que más éxito tuvo durante más de tres siglos, y que hoy vuelve a ser cotizado en los
mercados, especialmente alimenticios.
¿Y qué es la cochinilla?… Curiosamente un parásito. Que los malpensados no vean ningún político, que no, que si bien es cierto que se trata de un parásito, es un parásito
que al final es benéfico. Digamos que se trata de un parásito no ilustrado.
Y además es un parásito no binario… Es la cochinilla hembra la que posee todas las propiedades que la hacen objeto de la codicia.
La esperanza de vida de este animalito es de tres meses, tiempo en el que genera ácido carmínico como mecanismo de defensa frente a las hormigas, sus depredadores
naturales… Y justamente el ácido carmínico la pone en la dieta humana, ya que, a pesar de tratarse de animalitos minúsculos, el color del ácido carmínico llama tan
poderosamente la atención que ya era codiciada desde bastantes siglos antes de ser conquistado México, lugar de donde procede la cochinilla, motivo por el que era
cultivada no sólo por los aztecas, sino por todos los pueblos de Mesoamérica, especialmente las zonas de Mixteca, Oaxaca y Puebla, de donde exportaban el tinte de
cochinilla, que también era usado como tinte para la ropa, como tinta para ilustrar mapas, o como tributo.
Decimos que era cultivada… si, como en granjas, que es en lo que el cultivo humano convirtió los nopales parasitados por la cochinilla. Y es que debemos insistir que se trata
de un parásito, de una plaga que de hecho puede acabar con la vida de los cactus que coloniza.
Pero su cultivo permite la vida del nopal y de la cochinilla… y de quién la cultiva, también de quién la cultiva hoy, cuando vuelve a ser muy apreciada. Pero los pioneros
fueron los mesoamericanos, que lo cultivaban desde el siglo II antes de Cristo y produjeron un insecto de mayor tamaño y un nopal de menos espinas, lo cual facilita la
recolección.
Fueron los tlaxcaltecas los más adelantados en el cultivo de la cochinilla, cuyo delicado producto admiró a Hernán Cortés, que pudo comprobar era conocido por la América pre
hispánica, donde era parte importante del comercio. Su envío a la Península acarrearía una demanda extraordinaria, lo que ocasionó puestos de trabajo para los naturales.
Y sí, para la obtención de tan codiciado tinte, la cochinilla Dactylopius coccus debe ser aplastada. Y debe ser hembra… y no se necesita una ni dos, sino aproximadamente
130.000 si han puesto los huevos o bien 80.000 si no lo han hecho, para obtener un kilogramo de tinte.
Y el tratamiento industrial no es complicado. Los insectos se someten a un calor intenso antes de ser triturados, pudiendo alcanzarse diversas tonalidades conforme el grado de
calor aplicado, siendo que se pueden obtener tonalidades desde el naranja hasta el escarlata. El tinte puro de cochinilla también se utilizaba para fabricar otros pigmentos
de color rojo como el carmín.
Por la importancia de la cochinilla en Mesoamérica podemos deducir que se trata de un insecto endémico de la zona, pero no es el caso, y si bien la Nueva España acaparó más
del 90% de la producción en el siglo XVII-XVIII, representando en Oaxaca un sector productivo de primer orden que empleaba a unas 30.000 personas en la industria del
tinte, también se producía en Ecuador, Bolivia y Perú, donde se conocía como magno o macnu, y era muy apreciado en el periodo pre hispánico, siendo que el rojo era símbolo
de autoridad. El gobernante inca era la única persona a la que se le permitía llevar la borla conocida como mascaypacha de color rojo brillante.
Pero si apreciado era el tinte en América, apreciado fue en todo el mundo, en consecuencia se convirtió en un negocio muy lucrativo. Se cultivaron cactus en
plantaciones a gran escala conocidas como nopalerías, y sorprendentemente, a pesar de los intentos de Inglaterra, Holanda y Francia por apropiarse de los secretos de su
producción mediante el espionaje y la piratería, España mantuvo el monopolio de este comercio durante 300 años.
Y no se trataba de un comercio menor… A principios del siglo XVII, cada año viajaban a España unas 150 toneladas de tinte que era ávidamente esperado por los fabricantes de
textiles en toda Europa, siendo un producto cuya cotización se acercaba a la de la plata.
Hoy, 2024, la cochinilla dominante en España (Dactylopius Opuntiae) y las chumberas (Opuntia ficus-indica), son consideradas especies invasoras. Bien aclimatadas, sólo son
utilizadas para producir carmín en las Islas Canarias, producto muy cotizado como colorante natural para su uso alimentario, que vuelve a ser demandado no sólo por la
industria alimentaria sino también por la farmacéutica y la cosmética.
Pero es un campo que a pesar de su simplicidad no está desarrollado, lo que ha posibilitado la muerte de un altísimo porcentaje de chumberas en zonas como Granada,
como consecuencia de la plaga de cochinilla.
BIBLIOGRAFÍA:
Cartwright, Mark. Cochinilla. En Internet https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21002/cochinilla/ Visita 9-1-2023
Espino Ordóñez, Gustavo. Las Cochinillas y el Carmín:La azarosa historia de un parásito muy rentable y un colorante muy codiciado. En Internet https://ubuinvestiga.es/las-cochinillas-y-el-carminla-azarosa-historia-de-un-parasitomuy-rentable-y-un-colorante-muy-codiciado/ Visita 9-1-2024